Orar con los Misioneros del Sagrado Corazón
Primera Semana: Martes
Confianza
Dos plagas corroen
nuestro desgraciado siglo:
indiferencia y egoísmo.
Es necesario un remedio eficaz
aplicable a estos dos males.
Este remedio se encuentra
en el Corazón Sagrado de Jesús,
que es amor y caridad.
Harían falta sacerdotes
que trabajasen en darlo a conocer;
llevarían el nombre de
Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús.
Julio Chevalier, 1856
El plan del Señor subsiste para siempre, sus decisiones de generación en generación.
Los ojos de Yahvé sobre sus adeptos, sobre los que esperan en su amor, para librar su vida de la muerte y mantenerlos en tiempo de penuria.
Salmo 33, 11.18-19
Silencio
Llenos de confianza en estas palabras pedimos con el salmista:
Señor, nuestra alma espera en tí – danos tu protección y tu ayuda.
Señor, nuestro corazón se alegra en tí – renueva nuestra confianza en tu santo nombre.
Señor, que tu bondad nos acompañe – tal como lo esperamos de tí.
Señor, tu palabra es verdadera – concédenos confiar siempre en tus obras.
Si, Señor, tú nos llenas de esperanza: por eso te damos gracias y te alabamos, por Cristo, nuestro Señor. Amén.