Orar con los Misioneros del Sagrado Corazón
Tercera Semana: Lunes
SALVACIÓN
Los que entren en nuestra Congregación
pueden aceptar que otros los superen
en ciencia, en mortificación, en pobreza;
pero no se dejarán vencer
en obediencia, ni en caridad mutua
Fórmula del Instituto, 1869
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios.
Juan 3, 16-18
Silencio
Tú nos curas de nuestra ceguera – Señor, te damos gracias.
Tú nos liberas de nuestras ataduras – Señor, te damos gracias.
Tú nos guías por el camino de la vida – Señor, te damos gracias.
Tú nos muestras el camino en la oscuridad – Señor, te damos gracias.
Tú tranquilizas nuestro corazón angustiado – Señor, te damos gracias.
Tú nos das consuelo en momentos de tristeza – Señor, te damos gracias.
Tú fortaleces y acrecientas nuestra fe – Señor, te damos gracias.