Sor Meena, la religiosa golpeada y violada durante la sangrienta persecución anticristiana que estalló en Orissa en el verano de 2008
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Nieves San Martín/Zenit
29 julio 2010
Monseñor John Barwa, arzobispo de Bhubaneswar, en la pobrísima región india
de Orissa, es un hombre tenaz y tranquilo que pastorea su diócesis en un
entorno de exaltados que promueven el odio y la violencia contra los
cristianos. Es tío de la víctima, la ha acompañado y sostenido en los días
del proceso contra los extremistas hindúes que la violaron, e hizo estas
declaraciones a AsiaNews.
Sor Meena Barwa, de la orden religiosa de las Servidoras, desarrollaba su
misión en el centro pastoral Divyajyoti en KNuagaon, en el distrito de
Kandhamal, junto a un sacerdote, el padre Thomas Chellan. La religiosa nació
en el distrito de Sambalpur e hizo los votos perpetuos el pasado abril.
El 25 de agosto de 2008, junto al sacerdote con el que trabajaba en el
centro, fue agarrada, golpeada, desnudada y obligada a pasearse por la
aldea. En un cierto momento, los fundamentalistas querían incluso quemarla
viva junto al sacerdote. En cambio, la violaron. Sólo al final, en la noche,
mientras seguían siendo injuriados y maltratados, fueron liberados por la
policía.
El caso ha llegado al tribunal del juez Bira Kishore Mishra. La comunidad
cristiana acusa a las autoridades locales de connivencia con los
extremistas, y el proceso de sor Meena es visto como la justa oportunidad
para demostrar el deseo de justicia de la población.
La religiosa, añade el obispo, «crece y se refuerza diariamente, nutrida por
la adoración eucarística, por la misa y el rosario. Ciertamente, hay raros
momentos en los que cede a un sentimiento de opresión, cansancio y dolor;
pero gracias a la oración de toda la Iglesia tribal, se hace fuerte y supera
estas crisis».
El 23 de julio pasado, fue su cumpleaños: «Es cinco veces más valiente y me
anima en mi misión episcopal. Sor Meena está realizando los estudios de su
carrera académica, asiste normalmente a la universidad (donde nadie sabe
quién es) y viaja normalmente en transporte público».
Esto causa preocupación por su seguridad: «Para mí, para nuestra gente y
para la Iglesia de Orissa, ella es el testimonio de la victoria de la Luz
sobre la oscuridad».
Cierto, añade, «todos aquellos que se cubren de oscuridad no quieren que la
luz y la verdad pued an vencer. Por eso estoy preocupado, y por eso debemos
defenderla, sin desvelar dónde se encuentra, para preservar su luz».
El testimonio de la religiosa deriva también de sus orígenes familiares
tribales. Como explica el obispo, «venimos de una familia rural: mi casa
estaba en la jungla. Y justo de esta familia muy corriente, Dios ha elegido
a sor Meena para ser su instrumento. La fuerza, el valor y el testimonio de
la religiosa me animan a trabajar y servir a la Iglesia, aunque a veces me
siento triste y siento dolor. Nosotros debemos todo a los misioneros: nos
han sacado de la jungla y ayudado a descubrir lo divino. Dios tiene un plan
para sor Meena y nada puede detener el avance de su proyecto».
Por lo que respecta a la cercanía del proceso, monseñor Barwa explica: «He
pedido directamente a sor Meena si se sentía asustada o con ira, pero me
respondió que no. Busca justicia no sólo para sí sino también para nuestro
pueblo; pero no tiene ira».
«Por lo que se refiere a la identificación de los culpables, me ha dicho que
es Dios quien la ilumina y que el Espíritu Santo le da fuerza para afrontar
este momento. La última vez que nos encontramos antes de un momento
semejante, junto a su superiora, celebramos una Eucaristía maravillosa: más
de tres horas de oración con la Palabra de Dios y la eucaristía sanadora. Un
don de gracia y paz para todos nosotros», añade.