9 sencillos pasos para convertirse en un santo
Zoe Theresa Williams, epicPew
A los Santos a veces los sentimos muy lejos de nosotros. Parecen ser
aquellas personas buenas y santas, que rara vez han hecho algo malo y que
eran prácticamente súper
-humanas. Después de todo, ¿cómo podían alcanzar la perfección espiritual de
otra manera?
Pero, ¿sabía usted que todos estamos llamados a ser santos?
Usted puede pensar que la llamada a la santidad pide algo imposible. Pero
para Dios, nada es imposible.
La gracia de la santidad está abierta a todos y todos estamos destinados a
ser santos. ¡Ser santos sólo significa estar totalmente unidos a Dios! Nada
más. Esto suena simple, pero sabemos que no es fácil.
En su nuevo libro, De la Monotonía a la Santidad, el padre Ed Broom, O.M.V.
presenta un plan para alcanzar la santidad y la felicidad.
pasos
Aquí hay nueve pasos simples que usted puede comenzar a asumir hoy para
convertirse en santo.
1. Recuerde las 10 ms
El P. Broom inicia su exposición ofreciendo 10 formas sencillas para
iniciar o continuar convertirse en un santo.
Oración de la Mañana: Comience el día ofreciendo Jesús, por
medio de María, sus pensamientos, acciones y oraciones
Manjares Comidas: ¡Rece antes de todas sus comidas!
Meditación de la Biblia, leer un pasaje de la Biblia todos
los días y rece con lo que con lo que ha leído. ¡No tenga miedo de saltar de
un pasaje a otro si así lo desea!
Misa y la Santa Comunión: "... si queremos vivir
eternamente, debemos alimentar nuestras almas frecuentemente con el cuerpo y
la sangre de nuestro Señor."
Misericordia para con los demás: El final del Padre Nuestro
aparece con mucha claridad que debemos perdonar a los demás como queremos
ser perdonados. Cristo es el modelo perfecto de la misericordia en la cruz.
Modales en la iglesia: hay que volver a cultivar el sentido
de lo sagrado y del misterio en nuestras vidas, especialmente en la Iglesia,
ya que es ahí donde Jesús está plenamente presente en el Santísimo
Sacramento
Mansedumbre y ternura de corazón: La mansedumbre no es
debilidad, sino más bien una poderosa virtud que mantiene nuestra ira y el
resentimiento contra otros bajo control.
Maestro Jesús, nuestro Modelo celeste: Encontramos en Jesús
"el camino, la verdad y la vida" (Juan 14: 6) y de esta manera podemos
descubrir en la vida de Jesús la manera de llevar una vida santa.
Misión: como Jesús ordenó en Mateo 28: 19-20, somos
enviados a evangelizar a todas las naciones! Esta es nuestra misión, así
llevaremos a Cristo a todas las personas de tantas diferentes maneras.
María Santísima y el Rosario y "María es, en efecto, la más
fácil, la más eficaz ruta rápida hacia Jesús."
2. Crecer en el conocimiento de sí mismo
De Sócrates a San Ignacio de Loyola, todos coinciden en que "el
auto-conocimiento es una herramienta indispensable para el crecimiento en
santidad."
El padre Ed se centra en la regla decimocuarta de discernimiento: la regla de
kriptonita.
Encuentre su debilidad y a aprenda a fortalecerla. ¿Usted se encuentra en un
estado de desolación? ¿Experimenta la pereza en la oración como los
apóstoles hicieron cuando el Jesús rezón en el huerto de los olivos? ¿Usted
se encuentra debilitado espiritualmente cuando experimenta la enfermedad
física? ¿Existen fallas de cualquier tipo en su vida que causan una gran
angustia?
Es importante saber dónde somos débiles, para que podamos aumentar nuestra
fuerza y defensa de cara a ello y no permitir que el diablo o entre ahí.
3. Haga un plan de vida
Una forma concreta de crecer en santidad es formular y escribir un plan de
vida.
Elija un tema para un año para su plan como, por ejemplo, un esfuerzo físico
o espiritual para crecer en piedad o en una de las Bienaventuranzas. Después
de esto, con toda honestidad, examine las áreas de su vida que podrían
necesitar mejoras, tales como la oración, la confesión, o el trabajo, y
formule un corto propósito muy práctico para la mejorar.
Por ejemplo, tal vez usted encuentra que necesita un esfuerzo para crecer en
la penitencia en su vida. Para mejorar esta área de su vida, descubra por
qué es importante la penitencia y luego escoja una pequeña penitencia para
hacerla con regularidad, tales como abstenerse regularmente de algo que le
gusta mucho.
4. Mejorar su vida de oración
Aquí hay cinco pasos que puede tomar "para mejorar su vida de oración,
crecer en la santidad, ser una fuente de santidad para los demás, y
experimentar una mayor paz y alegría". En primer lugar, asuma una firme
decisión. A continuación, vaya a confesarse, fije un tiempo para orar, y
vaya a Misa y reciba la Santa Comunión. ¡Por último, busque a la Virgen y el
rosario!
5. Mejorar su paciencia
La mayoría de nosotros decimos, en algún momento u otro (si eres como yo,
tal vez usted dice esto varias veces al día), "Dios, dame paciencia!" Sin
embargo, resulta difícil en realidad, practicar la paciencia.
El padre Ed sugiere que perseveremos en pedir ayuda en cuanto se refiere
a la paciencia. Cristo ofrece un ejemplo perfecto de la paciencia, sobre
todo durante su pasión. Otra maravillosa patrona de la paciencia es la
Virgen de los Dolores.
6. Cultivar la gratitud
La vida nos da mucho de qué quejarnos, pero aún más de que agradecer. ¡Hay
muchas cosas de nuestra vida por las tendríamos que agradecer!
¿Con qué frecuencia estamos agradecidos por el hecho de que estamos vivos?
La Iglesia Católica también ofrece muchas oportunidades para dar las
gracias. Tómese el tiempo para agradecer al Señor por tantas cosas como la
Eucaristía, la Misericordia Divina, el Espíritu Santo y la Virgen.
7.Saque la envidia desde si raíz
"Rivalidad entre hermanos; ira porque alguien otro que el favorito gana el
juego; Depresión por la belleza que tiene su mejor amiga y ella no la tiene;
amargura por lo pequeño del coche y del apartamento, no se comparan con los
que tienen sus antiguos compañeros de escuela y de sus millones de dólares,
de la casa con una piscina, etc., etc., todos estos son signos de la envidia
", escribe el padre Broom.
Con todo, el pecado capital de la envidia viene con algunas consecuencias
muy feas como ansiedad del alma, el chisme y la calumnia, insomnio, úlceras,
peleas familiares, sabotaje, asesinato, destrucción de la caridad, y la
frustración progreso espiritual.
El padre Ed aconseja: "No deje que la envidia se propague dentro de usted.
Examine su vida, sus acciones, y lo más importante, sus intenciones ".
8. Desarrollar una conciencia sana
Hay muchos tipos diferentes de conciencia, pero no todas ellas son buenos o
sanos.
Una conciencia sana va a reaccionar correctamente ante las acciones. "Cuando
actúa virtuosamente, su conciencia está lleno de paz," escribe el P. Broom.
Una conciencia delicada está por encima y más allá de una conciencia y
deseos saludable "dar al Señor todo lo que uno es y tiene, y eso al máximo."
Una conciencia iluminada "busca la verdadera luz en la palabra de Dios, en
las enseñanzas del magisterio de los papas, sus documentos, y especialmente
sus encíclicas, y en las biografías, escritos y ejemplos de los santos ..."
Aprender cómo desarrollar tu conciencia para crecer en la santidad y la
comprensión de los caminos de Dios.
9. Ir a confesarse
Este es algo con que mucha gente lucha (¡incluido yo!) porque que es difícil
y exponer su debilidad con vergüenza y es feo y embarazoso.
¡La misericordia de Dios realmente se derrama abundantemente en el
Sacramento de la Confesión, cuando aceptamos nuestra culpabilidad, cuando
forjamos la decisión de mejorar, cuando hacemos las paces con Cristo y su
Iglesia y cuando recibimos la gracia de no pecar más!
Debemos desear confesarnos y con el propósito de hacer una buena confesión.
El padre Ed recomienda que se decida para vivir bien el Sacramento, y, eso
es importante, rezar antes.
¡No se limite a pensar en sus pecados recién cuando está en la cola para
confesarse! Comience a prepararse la noche anterior, lo que puede ayudarle a
crecer en su auto-conocimiento. Al mismo tiempo abra las Escrituras en busca
de inspiración, y asegúrese de que confiesa sus pecados con frecuencia.
¡Mediante el desarrollo de las cualidades de una buena profesión, usted
estará más abierta para recibir la gracia sacramental que Cristo ofrece! No
se desanime cuando se trata de confesar los mismos pecados, y siempre
diríjase a María en busca de ayuda celestial.
¡Empiece a convertirse en un santo hoy!