Consoladora para los operarios, aunque no obtengan fruto ni conversión alguna.
REVELACIÓN 29

Si uno cogiese un peón, dice la Virgen, para que le trajese arena del río, y le dijese: Ten cuidado por si encuentras algún grano de oro, mas tu jornal será el mismo si no encontrase nada, que si hallara mucho. Lo mismo acontece con el que de palabra y obra trabaja por amor de Dios en provecho de las almas; pues su recompensa no será menor no convirtiendo a ninguno, que si convirtiese a muchos. Y como si un soldado saliese a la batalla por orden de su rey y pelease valerosamente, y no sólo no trajase ningún prisionero, sino que volviese herido; esto sería razón suficiente para que, aun perdida la batalla, obtuviese por su buena voluntad la misma recompensa que si hubiera salido vencedor. Esto mismo, pues, acontece con los amigos de Dios; pues por cualquiera palabra u obra que hagan por Dios y para que se enmienden las almas, y por cada hora de tribulación que por Dios padezcan, serán coronados, ya sean muchos los que conviertan, ya ninguno.