Solemnidad de la EPIFANÍA A-B-C: Catequesis para niños preparando la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la Celebración Eucarística
1. PASAJES BÍBLICOS DE LA FIESTA
1.1 Primera Lectura:
Is 60:1-6
1.2 Segunda Lectura:
Ef 3:2-3, 5-6
1.3 Evangelio:
Mt 2:1-12
2. CATEQUESIS
Se pueden utilizar también las catequesis de los otros dos años:
Catequesis II: Los Dones de los Magos
Catequesis III: "Hemos visto su estrella"
3.
Costumbres que preparan (prolongan) la Fiesta
4.
El Niño
5.
Condición previa
Catequesis I: El Señor se manifiesta
Es de sospechar que el Señor nos habla, se nos manifiesta mucho más de lo que nosotros sospechamos. No nos damos cuenta. Ayudemos por lo menos a los niños a sensibilizarse para las manifestaciones de Dios en la vida diaria aunque nosotros hayamos perdido la capacidad de verlo.
La Catequesis
Un trozo de papel
El hindú cristiano (Sindar Singh +1932) cuenta: Estábamos predicando e invitando a los oyentes a que lean ellos mismos las Escrituras. Compraban muchos la Biblia, también un enemigo acérrimo adquirió el evangelio de San Juan. Delante de todos lo rompió en mil pedazos para burlarse de ellos. El vendedor estaba muy triste pero Sindar Singh le dije consolándolo: "La Palabra de Dios es poderosa".
Dos años más tarde se enteraron de lo siguiente que había sucedido unos días después del gesto del enemigo del pueblo: Un hombre que durante 7 años buscaba la verdad, caminando por allí encontró un papelito en el suelo y lo recogió. Decía el papelito: "Vida eterna". Esta palabra no la conocen les hindúes. Luego encontró otro papelito que decía "Pan de vida". Se lo mostró a uno de los presentes y le preguntó: "¿De dónde viene esto?". Le contestó: "Son cosas impuras que venden allí", indicándole el lugar. Este fue, encontró a los cristianos y compró una Biblia y por fin había encontrado la verdad, había encontrado a Cristo. Un enemigo había destrozado la Biblia y había desparramado los pedazos por las calles y Dios utilizó la acción del enemigo para hacer el bien, para atraer a alguien que lo buscaba.
¿Cuánto papel vemos cuando caminamos por la calle?.... (Mucho) Nadie se molesta en recogerlo. ¿Qué es un pedazo de papel? No sirve para nada y sólo nos ensuciaremos las manos al recogerlo. El que buscaba la verdad durante 7 años, si no lo recoge, quizás hoy todavía seguiría buscando. Dios quiso llevarlo a la verdad por ese medio.
Ahora vamos a escuchar el evangelio que nos hablará de unas personas que también encontraron a la verdad. ¿Quién es la verdad?... (Jesús). El es la verdad y la vida. Presten atención y traten de descubrir qué medio, qué "papelito" utilizó Dios para llevarles a la verdad.
SE LEE EL EVANGELIO
La estrella
Todos ustedes habrán mirado el cielo en una noche estrellada, sin nubes. Especialmente cuando uno ha tenido la suerte de mirarlo estando en la Sierra porque parece que uno está más cerca y las estrellas parecen más cercanas. ¿Cuántas estrellas hay? .... (Millones y millones). Continuamente los astrónomos, estos son los científicos que estudian las estrellas, descubren nuevas estrellas que antes no se habían conocido. Construyen nuevos observatorios para poder ver más lejos. Y Dios ¿qué medio ha utilizado para llevar a los magos, a estos hombres sabios, adónde quería que llegasen?... (Una estrella). Por si acaso, nosotros decimos magos, o reyes magos. La Biblia los llama sabios, personas que gustan de la sabiduría. Dios ha utilizado una pequeña estrella para guiarlos. Venían del oriente, es decir, de muy lejos.
La carta
Quiero contarles de un muchacho que recibió en herencia de su padre una carta muy importante. Esta carta estaba en la posesión de la familia desde hace mucho tiempo y cada miembro tenía que leerla atentamente porque una antigua tradición decía que iban a encontrar un gran tesoro mediante las indicaciones contenidas en esta carta. Un día se presentó un hombre que le dijo que había tenido un sueño. En el sueño se le había aparecido una estatua de oro. Era la estatua de un santo. El joven le dijo: "Es verdad. Tenemos aquí una estatua de un santo. Pero es de puro yeso. La carta dice que no debemos nunca venderla". El hombre le ofreció mucho dinero porque pensaba: "Por algo habré soñado esto". El joven, después de alguna cavilación, pensó: ¿Qué hago yo con una estatua de yeso? Es fea y no sirve para nada. Este me ofrece mucho dinero. Mejor no haga caso la carta que dice que no la venda". Vendió la estatua y estaba muy contento con la venta. El hombre que la compró, había gastado prácticamente todo su dinero en esa compra. Pero a pesar de todo también él estaba contento porque tendría una estatua del santo en su casa. Llevó la estatua a su casa. Al querer colocarla sobre una mesa la estatua de yeso se deslizó de sus manos, se cayó al suelo y se rompió en mil pedazos. ¡Qué susto y qué pena! Sin embargo, debajo del yeso algo comenzó a brillar. Quitó todo el yeso y encontró una estatua pequeña que era toda de oro y que había estado escondida debajo del yeso.
La Escritura
Los hombres sabios, los reyes magos, no sabían adónde les iba a guiar la estrella. Sin embargo, había personas en Jerusalén que sabían en donde iba a nacer el Mesías; ¿quienes eran?... (Los sumos pontífices y los letrados). ¿Y dónde habían ellos descubierto esto?... (En el libro del profeta) ¿Y que decía el profeta?... (Que Belén no era la menor de las ciudades de Judá porque de ella iba a venir el caudillo). ¿Nosotros tenemos aquí un libro donde encontrar al profeta? ... (La Biblia). Vamos a buscar si los sumos sacerdotes y los letrados tienen razón. Vamos a buscar la cita de Miqueas 5,1. Miren aquí está. Vamos a leerlo:... Díganme, ¿qué es más fácil seguir una estrella, o tener ya las cosas escritas?... (Tenerlas escritas). Porque al tenerlas escritas, ahí dice todo y explica todo. En este caso, ¿quiénes tenían más fe, los que seguían la estrella o los que tenían todo escrito?.... (Los que seguían la estrella). ¿Los escribas, los sumos sacerdotes, los letrados y Herodes se pusieron en camino? Ellos sabían las Escrituras... (No se pusieron en camino). Es que no tenían fe. ¿Quiénes encontraron al niño Jesús, los que seguían la estrella o los que lo tenían bien escrito en el profeta que les explicó hasta el lugar donde el Mesías iba a nacer? .... (Los que seguían la estrella). Y cuando les dijeron lo que estaba en la Biblia, ¿los reyes magos creyeron? .... (Si). Porque iban en esa dirección y de nuevo vieron la estrella. No basta tener la Escritura, se necesita fe. Ahora bien, si encima todavía nos guía una estrella vamos bien.
Nuestra estrella
Nosotros somos privilegiados. Los magos tenían sólo una estrella. Los letrados tenían la Biblia pero no tenían fe. Nosotros tenemos la Biblia y tenemos fe. Porque al igual que los reyes magos queremos buscar al rey de los judíos para adorarlo. Y por eso escuchamos cada domingo con mucha atención las Escritura que nos ofrecen la Palabra de Dios. Pero sabemos que también entre semana podemos acercarnos a la Palabra de Dios. ¿Cómo?... (Leyendo la Biblia). Mejor será que pidamos a papá o a mamá que nos lea la Biblia y nos la explique. Con todo, Dios quiere guiarnos de muchas maneras. De repente no nos aparece una estrella, pero puede ser que encontremos algo en el camino, un pedazo de papel que nos va a guiar. Puede ser que veamos también algo que no tenga un aspecto muy atrayente y Dios nos hace descubrir debajo el yeso la estatua de oro.
Dios puede utilizar muchos tipos de estrellas y de otros medios que no guían a Jesús. Creo que lo importante es estar siempre bien atentos sin no, nos va a suceder que no recojamos el pedacito de papel y no encontremos la verdad. Vamos a ver unos ejemplos: Encontramos a un niño pobre que no tiene juguetes y, con permiso de los papás, le regalamos el juguete más bonito que tenemos. ¿Este niño nos ha guiado a Jesús? Jesús mismo dijo alguna vez: "Lo que han hecho al menor de mis hermanos lo han hecho a mí". Ciertamente no ha sido una estrella ni un papelito pero nos ha guiado a Jesús como lo hizo la estrella para los reyes magos. Vamos a pensar qué otras cosas son como estrellas que nos guían a Jesús
3.
Costumbres que pueden prolongar la fiesta.
En nuestro medio se conoce "la Bajada de Reyes". Tres hombres o muchachos montados en caballos - si es posible uno blanco, uno bayo y el tercero negro - representan los reyes magos. Por supuesto que llevan coronas, mantos adornados y también los regalos tradicionales: oro, incienso y mirra. Ellos vienen de los altos y van a la Iglesia. Allí mismo se acercan al Nacimiento y ofrecen sus dones y luego le hablan a la comunidad reunida de su búsqueda del rey de los judíos. En la primera banca participan en la misa y luego van a visitar los nacimientos en las casas donde se les atiendo con tres tipos de chicha: chicha morada, chicha de jora y chicha blanca. Es que representan las razas humanas: un negro, uno indio, y un blanco. Se han pintado la cara para realizar su papel.
En otras partes una variación que permite la participación de un mayor grupo de niños: tres se disfrazan de reyes y un cuarto, más chiquito también pintado de negrito como Baltazar, lleva una estrella en un palo. Los niños van de casa en casa, visitando los nacimientos ofreciendo cada vez al niño sus regalos. Luego cuentan (o cantan) ante los presentes brevemente de su búsqueda del niño Jesús y terminan con buenos deseos para la familia, marcando con tiza la jamba de la casa: G+M+B (= Gaspar, Melchor, Baltazar), como recuerdo de su visita. Reciben de parte de la familia regalos en especie y dinero. La especie es para los niños del orfelinato y el dinero para una obra asistencial como Caritas, por ejemplo. Se pueden multiplicar los grupos de reyes para visitar muchos hogares. En ciertas regiones se hace una colecta específica para los niños en las misiones.
4. EL NIÑO
Cuando el niño siente que lo quieren, asimila las enseñanzas con facilidad y agrado. En realidad todo el ambiente de la catequesis, no solamente hoy, debe respirar cariño, aceptación, bondad. Los siquiatras dicen que el ambiente tiene tanto valor como la palabra de enseñanza. El niño tiene el derecho de encontrar a Dios en un ambiente sin tensiones ni rechazaos.
5.
CONDICIÓN PREVIA
Á veces, cuando estoy delante los niños, me da miedo. Me miran con unos ajos llenos de confianza y esperan de mi que les ayude a encontrarse con Dios su Padre con una alegría que sólo les niños pueden irradiar. Me siento tan incapaz de satisfacer su esperanza. Les hablo de bondad, de amor y momentos antes he sentido rechazo, resentimiento y envidia. ¿Qué hacer? Antes de iniciar la catequesis pido perdón al Señor y su ayuda para que hable Él utilizando mi boca. He notado que mis palabras son más medidas, que mi comportamiento se reviste de paciencia. El Señor puede hasta utilizarme a mí, Aquel que puede hacer hablar a las piedras.
(No queremos fomentar la catequesis para niños durante la Misa Dominical. Tenemos una acusación al respecto)