Domingo 32 del Tiempo Ordinario A 'Velad porque no sabéis ni el día ni la hora' - Lecturas y Catecismo: Preparemos con ellos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Con las Lecturas Con el Catecismo Con el Directorio Homilético
Recursos adicionales para la preparación
Año Litúrgico Patrístico
Comentarios de Sabios y Santos I
Comentarios de Sabios y Santos II
Iglesia del Hogar: Preparando en Familia
Catequesis preparatoria para los niños
Ejemplos que iluminan la participación
Recursos: Gráficos - Videos - Audios
Falta un dedo: Celebrarla
Lectura del
libro de la Sabiduría 6,13-17.
Radiante e inmarcesible es la sabiduría;
fácilmente la ven los que la aman
y la encuentran los que la buscan.
Se anticipa a darse a conocer a los que la desean.
Quien temprano la busca no se fatigará,
pues a su puerta la hallará sentada.
Pensar en ella es prudencia consumada,
y quien vela por ella, pronto se verá sin afanes.
Ella misma busca por todas partes
a los que son dignos de ella;
en los caminos se les muestra benévola
y les sale al encuentro en todos sus pensamientos.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial Sal 62,2. 3-4. 5-6. 7-8
R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agotada, sin agua. R/.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R/.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca
y mis labios te alabarán jubilosos. R/.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo. R/.
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los
Tesalonicenses 4,12-17.
Hermanos:
No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis
como los hombres sin esperanza.
Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo a los que
han muerto en Jesús, Dios los llevará con él.
[Esto es lo que os decimos como Palabra del Señor:
Nosotros, los que vivimos y quedamos para su venida, no aventajaremos a los
difuntos.
Pues él mismo, el Señor, a la voz del arcángel y al son de la trompeta
divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer
lugar.
Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la
nube, al encuentro del Señor, en el aire.
Y así estaremos siempre con el Señor.
Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.]
Palabra de Dios
Aleluya
Estad en vela y prpeparados, porque el momento que menos penséis
viene el Hijo del Hombre
Aleluya
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 25,1-13.
En aquel tiempo dijo Jesús á sus discípulos esta parábola:
-El Reino de los Cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus
lámparas y salieron a esperar al esposo.
Cinco, de ellas eran necias y cinco eran sensatas.
Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las
sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.
El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó una voz:
-«¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!»
Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar
sus lámparas.
Y las necias dijeron a las sensatas:
-«Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas.»
Pero las sensatas contestaron:
-«Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis
a la tienda y os lo compréis.»
Mientras iban a comprarlo llegó el esposo y las que estaban preparadas
entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.
Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo:
-«Señor, señor, ábrenos.»
Pero él respondió:
-«Os lo aseguro: no os conozco.»
Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.
Palabra del Señor
Con el Catecismo de la Iglesia Católica entender y vivir la Palabra
II. APUNTE BÍBLICO-LITÚRGICO
* Los tres últimos Domingos de todos los ciclos miran fijamente al futuro
definitivo. La esperanza de la salvación definitiva impregna todo el
quehacer humano de sentido.
* En la parábola de las vírgenes se contraponen la sabiduría (la sensatez) y
la necedad. Por la primera nos identificamos con la manera que Dios tiene de
ver al hombre y al mundo. Por eso, la 1.a Lect. y el Salmo giran en torno a
la búsqueda de la Sabiduría de Dios y de Dios mismo. Por la segunda, el
hombre se deja conducir de sus propios puntos de vista. A la primera se le
abren las puertas del banquete de bodas de Dios con la humanidad, a la
segunda se le cierran.
* Las virgenes sensatas no manifiestan tanto un sentimiento de egoísmo,
cuanto de reproche a sus compañeras por no haberse tomado en serio la espera
del esposo.
III. SITUACIÓN HUMANA
·
Quien vive con un poco de sensatez, de sentido común, se interesa por
acertar en la vida, en la valoración de los sucesos, en la visión de la
realidad, en el desenlace final... Esto es lo que suele decirse tener una
filosofía de la vida. El Evangelio nos da una teología de la vida. La
diferencia estriba en que en el primer caso, el sujeto pensante es el
hombre, y en el segundo, Dios para el hombre.
IV. LA FE DE LA IGLESIA*
La fe
_ Vivimos el entretiempo que media de la primera
a la segunda venida del Señor. “El tiempo presente, según el Señor, es el
tiempo del Espíritu y del testimonio... pero es también un tiempo marcado
todavía por la ``tristeza''... y la prueba del mal... que afecta también a
la Iglesia... e inaugura los combates de los últimos días... Es un tiempo de
espera y de vigilia...” (672;
cf.
668-675).
* La
respuesta
_ La espera en vigilia:
“Vigilia” es un término clásico del lenguaje cristiano para designar un
tiempo largo dedicado a la oración en las horas de la noche. Tiempo de
silencio exterior y de riqueza interior, porque es espera del Señor y todo
se mira desde su próxima venida (sabiduría). Tiempo simbólico que remite a
la venida del Señor en la muerte de cada uno y al fin de los tiempos:
“En Jesús, ``el Reino de Dios está próximo'',
llama a la... vigilancia. En la oración, el discípulo espera atento a Aquel
que ``es y que viene'', en el recuerdo de su primera venida en la humildad
de la carne, y en la esperanza de su segundo advenimiento en la gloria... En
comunión con su Maestro, la oración de sus discípulos es un combate, y
velando en la oración es como no se cae en la tentación...” (2612;
cf.
2849.
2699).
* El
testimonio cristiano
_ “Como no sabemos el día ni la hora es
necesario, según el consejo del Señor, estar continuamente en vela. Así,
terminada la única carrera que es nuestra vida en la tierra, mereceremos
entrar con Él en la boda” (1036).
_ La parábola de “``la viuda importuna'' (cf. Lc
18,1-8), está centrada en una de las cualidades de la oración: es necesario
orar siempre, sin cansarse, con la paciencia de la fe. ``Pero, cuando el
Hijo del hombre venga, ¿encontrará fe sobre la tierra?'' (2613).
El retorno del Señor es gozoso: se compara a un banquete de bodas y, al
mismo tiempo, abre un gran interrogante: decide la suerte eterna que cada
uno se ha labrado durante la propia vida. El entretiempo actual es tiempo de
oración vigilante. En su centro, la Plegaria eucarística y la comunión,
vueltas a la venida del Señor.