Domingo 32 del Tiempo Ordinario A 'Velad porque no sabéis ni el día ni la hora' - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Recursos adicionales para la preparación
1. Pasajes del Domingo
2.1 Catequesis
"Podemos ser luz"
3. Vivencia
4.1 Elementos de la
Liturgia a reforzar
5. El niño
6. Condición previa
Falta un dedo: Celebrarla
1. Pasaje del domingo
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Sb 6,13-17:
“Encuentran la sabiduría los que la
buscan”
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Sal
63,2.3s.5s.7s.: “Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío”
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1Ts 4,12-18:
“A los que han muerto en Jesús, Dios los llevará con Él”
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Mt 25,1-13:
“Que llega el esposo, salid a recibirlo”.
2. Catequesis
2.1 Catequesis "Podemos ser luz"
2.1.1 Meta
Loa antiguos consideraban el aceite de las lámparas como si fuera el amor de Dios que debe mantener viva la luz del corazón. A ver, si podernos ayudar a los niños para que den un paso más en el amor hacia el Señor.
2.1.2 La Catequesis
Catequesis
Motivación
En una cartulina, (papel, pizarra) se ha escrito con letras que todos pueden leer: "Tengo que salir un momento y no sé cuando volveré. Hagan por mientras lo mejor que pueden". Los niños deben tener la sensación que realmente se ha ido, es decir, no debe esconderse detrás de la puerta donde lo pueden descubrir. Deben tener la sensación que hay que esperar. Puede utilizarse otro método. Alguien viene de afuera y dice a los catequistas que los llaman urgentemente. Los niños escuchan lo que dice la otra persona y los catequistas dicen a los niños que no saben cuando va a volver, y hagan lo que mejor los parezca. Hay que dejarles bastante tiempo para que tengan oportunidad de aburrirse. Volverán sorpresivamente y tratan de de averiguar lo que han hecho en el entretiempo preguntando a cada. Los que han hecho algo positivo reciben una vela. Los que han estado tranquilos en su asiento reciben un fósforo y los que han hecho algo negativo, no reciben nada.
(Se proclama el evangelio)
Esperamos al Novio
¿Han entendido lo que quiere decir Jesús a todos nosotros con esta parábola? ¿Quién es el novio o esposo que tarda en venir? (Jesús). ¿Saben cuándo va a venir? (al fin del mundo). ¿Y cuándo va a ser el fin del mundo? (No se sabe). No se sabe. Puede ser hoy, mañana, durante esta semana, dentro de mil años. No sabemos. Sólo sabemos que lo tenemos que esperar. ¿Cómo vamos a esperar al Señor quedándonos sentados tranquilos en la silla o como? Supongamos que Jesús espera que nosotros lo esperemos con la luz prendida. Vamos a prender las velas y los fósforos. Los que no tienen, nos pueden prender nada. Los que tienen sólo fósforos, ¿cuando tiempo pueden estar con luz? (Poco tiempo). Los que tienen velas lo pueden esperar ya bastante tiempo con luz
Cómo procurar la luz
¿Cómo les gustaría ser? ¿Como las jóvenes previsoras o como las jóvenes descuidadas? (como las previsoras). Nos gustaría esperar al Señor con la luz. Sólo así podremos entrar ¿al? (Cielo). ¿Cómo podremos esperar con suficiente velas para tener luz en el caso que el Señor se haga esperar bastante? (Hacer las cosas bien). Eso es, si hacemos las cosas bien, entonces tenemos siempre velas o aceite para la luz, tendremos bastante velas para esperar al Señor. ¿Quién nos puede dar la luz, quién nos puede dar fuerza para hacer las cosas bien? (El Señor). Así que, una de las cosas más importantes es que pidamos a Dios todos los días que nos permita tener la luz encendida. Es una imagen para expresar que tenemos en nuestro corazón el Espíritu Santo que es la luz sobre toda luz. Si lo escuchamos atentamente y dejemos que nos fortalezca a hacer las cosas bien, entonces nuestra luz estará siempre encendida. ¿Cómo escuchamos atentamente? Pues, rezando. Al rezar uno hace un silencio y prestar atención a Dios. El Espíritu Santo siempre está hablando dentro de nosotros. El problema es que hacemos tanto ruido hasta dentro de nuestra cabeza y dentro de nuestro corazón que no lo escuchamos. Vamos a hacer un silencio, cerremos los ojos y cada uno va a escuchar dentro de sí lo que le dice el Espíritu Santo [….] Ahora pueden decir qué es lo que les ha dicho el Espíritu Santo. Así sabremos cómo mantener la luz encendida porque el Espíritu Santo brilla a través de lo que hacemos. ¿Qué cosas podernos hacer durante esta semana para tener suficiente luz en espera del Señor? Y sí el Señor viene recién dentro de 5 años, ¿qué haremos? ¿Y si viene dentro de 50 años, 60, 80 años?
Por eso nuestro lema es: No importa cuando venga el Señor, nosotros lo esperaremos con la luz encendida
Se es entrega a los niños una de aquellas velas que no necesitan de candelabro para que, con el permiso de sus padres, las prendan durante su oración de la noche. Les sugerimos que terminen su oración con la frase:"Ven pronto, ven, Señor Jesús".
4. Liturgia
4.1 Elementos de la Liturgia a reforzar
Animaremos a los niños de estar atentos a la presencia de Jesús en la Misa. Muchas veces estamos como dormidos. El Señor viene, nos habla, se sacrifica por nosotros, se nos da en comida y nosotros no nos damos cuenta porque nos a falta el aceite de la vigilancia. Quizás al finalizar la misa podernos preguntar a los niños cuándo han sentido muy cerca al Señor durante la Santa Misa.
Muchos juzgarán a la Iglesia según sus experiencias que han tenido de niño. El que se aburrió de niño en la Misa, lo mismo lo sentirá fácilmente de adulto. Lo mismo vale de la actitud de verdad y amor que experimentaron en relación con la Iglesia en las catequistas
Los adultos, especialmente los que tenemos que ver con la transmisión de fe a los niños, muy poco recordamos que nuestra manera de ser y actuar marca la imagen que tengan los niños de Dios y de la Iglesia. A veces uno quisiera huir para no hacer daño a nadie. Esto lo debe hacer la persona que no tiene ya la ilusión de convertirse. Mientras que tengamos el deseo de convertirnos, se lo pidamos al Señor y algo hagamos al respecto confiando en la misericordia de Dios, podemos arriesgarnos a desempeñar el servicio de catequista.
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De
ningún modo queremos dar
pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir
la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una
seria acusación al
respecto.