Domingo 28 del Tiempo Ordinario B - Catequesis preparatoria para Niños: Para que puedan acoger la Palabra de Dios proclamada en la Misa Dominical
Falta un dedo: Celebrarla
Pasaje Dominical: Mc 10, 17 -27
CATEQUESIS
Ejercicio
En un palo, a manera de caña de pescar, se cuelgan en varios hilos fácilmente de romper unos caramelos. Cuando comienza la catequesis un niño, instruido previamente, se para encima de una silla e invita a los demás niños a coger un caramelo. Muy pronto los niños armarán un lindo alboroto mientras que la catequista trata de hablar, trata de explicar algo referente a la catequesis. Naturalmente los niños no prestarán atención. Es finalidad del ejercicio hacer caer en cuenta a los niños que le dan más importancia al caramelo que a la enseñanza de la catequesis.
Si no es posible conseguir un palo, se procede de la siguiente manera: los niños se apiñan en un grupo y se tiran los caramelos uno por uno que los niños tratan de atrapar o recoger del suelo mientras que el catequista trata de explicar algo.
¿Qué es más importante?
¿Para qué estaban haciendo tanto esfuerzo?… (Quisimos atrapar un caramelo). Mientras tanto yo quise explicarles algo. ¿De quién les estoy hablando generalmente?… (De Jesús). También esta vez quise explicarles algo al respecto. Cuando de un lado hay caramelos que coger y del otro lado se habla de Jesús, ¿qué es más importante?… (Jesús). Exacto. ¿Qué han escogido ustedes? ¿A qué le prestaron más atención?… (Al caramelo). Porque yo quise hablarles de Dios y ustedes ni se dieron cuenta. Vamos a escuchar ahora el Evangelio que habla de un joven que también tenía que escoger.
Se lee el Evangelio (Mc 10, 17 -27)
Representación
El catequista o un niño despierto hace de Jesús que se coloca delante de los niños. Se sugiere apuntar en el pizarrón todas las propiedades que tendría el joven: p.e. casa, auto, vestidos, etc. Si hay tiempo, antes de iniciar la representación, se podría preguntar a los niños qué es lo que pedirían a una persona muy rica que ha prometido darles todo lo que ellos pidan y todo se apuntaría y así saldría la lista de las propiedades del joven rico.
Luego se le regala a cada niño un caramelo (si fuera un bombón mejor todavía). A una distancia de la persona que representa a Jesús se coloca una canasta que puede llevar un cartel que dice "Para los pobres". Se invita al primer niño para que vaya a la persona que representa a Jesús y le pregunte: "¿Qué debo hacer para ser perfecto?" Y se le contesta indicando la canasta: "Deja todo y sígueme" para que deje el caramelo en la canasta y se coloque detrás de 'Jesús'. Por turno cada niño se acerca y hace la misma pregunta.
San Francisco
Les voy a contar ahora de un santo que quiso seguir a Jesús. Al escuchar el Evangelio de hoy pensaba que no debería tener riquezas. Repartió todo lo que tenía y no sólo su propia plata sino también la de su padre que era un rico mercado y negociante. Esto no le gustó a su padre que lo acusó delante del obispo de Asís, exigiendo que se la devuelva. Toda la gente se reunió en la plaza de armas para escuchar el fallo que iba a dar el obispo. Pero antes de que pudiese decir algo, Francisco comenzó a quitarse la ropa que llevaba puesta y se la devolvió a su padre. No quiso tener nada que el impidiese seguir a Jesús. Ya que se quedó desnudo el obispo tenía que cubrirlo con su manto. Francisco desde entonces se vistió sólo de un costal y cuentan que era el hombre más feliz del mundo siempre cantando y alegre porque estaba siguiendo a Jesús.
¿Y nosotros?
Cuando hayan crecido ustedes decidirán cómo seguir a Jesús porque tendrán bienes y cosas. Pero por lo pronto pueden ustedes entrenarse para que les sea más fácil de dejarlo todo y seguir a Jesús. Comiencen con preguntarse acerca de lo que nos impide seguir a Jesús: cuando tengo que comer que otro no tiene; cuando tengo plata que gastar y otro no tiene; cuando me divierto y los demás no pueden divertirse;… (los niños siguen haciendo sugerencias). Para entrenarse les vamos a entregar a cada uno un caramelo y ustedes verán qué hacer con él.
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De ningún modo
queremos dar pie al terrible malentendido como si pretendiéramos colaborar en
sustituir la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para
Niños.
Tenemos una
seria acusación al respecto.