14 sencillas ideas para atenuar, con resultados, los conflictos de convivencia en el matrimonio
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¿Cómo pelear en el matrimonio?
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Se debe establecer una forma de comunicación
que atenúe lo negativo de la emocionalidad del conflicto,
convirtiéndolo en una oportunidad para mejorar la vida matrimonial
Si hay un reclamo, es porque existe una necesidad no satisfecha en una de
las partes. Ante esto, se debe establecer una forma de comunicación que
atenué lo negativo de la emocionalidad del conflicto. Convirtiendo este, en
un área de oportunidad para mejorar la vida matrimonial.
Algunas importantes condiciones:
1.- Cuando uno de los esposos reclama algo, hay que dejarlo hablar, aun
cuando no tenga la razón, ya que necesita desahogarse. Una vez expuesto el
problema, estará dispuesto al dialogo con más apertura y serenidad.
2.- Quien reclama con razón, lo hace porque ama, le interesa y necesita que
su conyugue se supere.
3.- Si hay que criticar algún defecto o actitud, hacerlo con amor. Si por sí
mismo resulta doloroso aceptar los propios defectos, más costoso es que nos
los tengan que decir. Por eso debemos ser sumamente finos, delicados y
comprensivos para criticar o decir algo negativo al otro.
4.- Jamás echar en cara los errores del pasado. Comprensión y amor con las
debilidades del otro, igual como queremos que sean con nosotros. Víctor Hugo
señala en su obra “Los miserables”, que ser misericordioso es saber en dónde
están las heridas del otro, y no tocarlas.
5.- Nunca discutir irritados, si se está enojado no será el momento de
abordar la problemática. Implica mucha sabiduría y prudencia, fortaleza y
dominio para controlar la ira que podemos sentir cuando estamos en
conflicto.
6.- Evitar los gestos y ademanes de impaciencia, solo demuestran que no hay
disposición sincera de escuchar.
7.- Evitar gritar. El grito es en sí mismo una agresión, independientemente
de lo que se diga.
8.- No buscar vencer en una discusión. La aparente derrota es en realidad
una gran victoria de quien respondiendo con silencio, se mortifica por amor
a Dios.
El problema también con una discusión es que a veces se busca más ganarle a
la pareja, que encontrar caminos y soluciones a los problemas.
9.- Respecto a los problemas con los hijos. Hay que recalcar que el
conflicto es con el hijo, no con el esposo(a), aunque la falta cometida por
el hijo haya sido abusando del amor y tolerancia de uno de los padres.
10.- No admitir la negligencia (descuido, apatía) reclamar lo que se debe
reclamar. En el amor se requiere una sana exigencia. Siempre tenemos que
buscar lo mejor para la persona que amamos, y a veces será necesario
exigirle. Cuando no amamos, nos da igual si la persona se supera o no, pero,
con la persona amada, esto jamás puede llegar a suceder.
11.- Nunca terminar el día tras una discusión sin recuperar la paz, aunque
no haya quedado resuelto el conflicto. Humildad para hablar, para hacer ver
que el amor prevalece.
12.- Cuando te equivoques, admítelo y pide disculpas. Para muchos el pedir
disculpas equivale a una humillación pero NO: es grande el que reconoce que
es un ser humano con debilidades y defectos y que lucha cada día por
superarse.
13.- Dos no pelean si uno no quiere, y el que está equivocado es el que más
habla o grita. Por lógica quien está más calmado ve las cosas con mayor
claridad y podrá dialogar con más tranquilidad y paz interior.
14.- No discutir delante de los hijos, hacerlo en privado. Discutir en
ocasiones es inevitable, mas inevitable es hacer la paz amorosamente.