Domingo 17 del Tiempo Ordinario C - 'Enséñanos a orar' -
Lecturas y Catecismo: Preparemos con ellos la Acogida de la Palabra de Dios
proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Con las Lecturas del Domingo Con el Catecismo de la Iglesia Católica Con el Directorio Homilético
Le falta un dedo: Celebrarla
Recursos adicionales para pa preparación
Año Litúrgico Patrístico
Comentarios de Sabios y Santos
I
Comentarios de Sabios y Santos II
Iglesia del Hogar: Preparando en Familia
Catequesis preparatoria para los niños
Ejemplos que iluminan la participación
Recursos: Gráficos - Videos - Audios
Falta un dedo: Celebrarla
Lectura
del libro del Génesis (18, 20-21. 23-32)
El Señor dijo: «El clamor contra Sodoma y Gomorra es tan grande, y su pecado
tan grave, que debo bajar a ver si sus acciones son realmente como el clamor
que ha llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré».
Entonces Abraham se le acercó y le dijo: «¿Así que vas a exterminar al justo
junto con el culpable? Tal vez haya en la ciudad cincuenta justos. ¿Y Tú vas
a arrasar ese lugar, en vez de perdonarlo por amor a los cincuenta justos
que hay en él? ¡Lejos de ti hacer semejante cosa! ¡Matar al justo juntamente
con el culpable, haciendo que los dos corran la misma suerte! ¡Lejos de ti!
¿Acaso el Juez de toda la tierra no va a hacer justicia?»
El Señor respondió: «Si encuentro cincuenta justos en la ciudad de Sodoma,
perdonaré a todo ese lugar en atención a ellos».
Entonces Abraham dijo: «Yo, que no soy más que polvo y ceniza, tengo el
atrevimiento de dirigirme a mi Señor. Quizá falten cinco para que los justos
lleguen a cincuenta. Por esos cinco ¿vas a destruir toda la ciudad?» «No la
destruiré si encuentro allí cuarenta y cinco», respondió el Señor.
Pero Abraham volvió a insistir: «Quizá no sean más de cuarenta». Y el Señor
respondió: «No lo haré por amor a esos cuarenta».
«Por favor, dijo entonces Abraham, que mi Señor no lo tome a mal si continúo
insistiendo. Quizá sean solamente treinta».
Y el Señor respondió: «No lo haré si encuentro allí a esos treinta».
Abraham insistió: «Una vez más, me tomo el atrevimiento de dirigirme a mi
Señor. Tal vez no sean más que veinte».
«No la destruiré en atención a esos veinte», declaró el Señor.
«Por favor, dijo entonces Abraham, que mi Señor no se enoje si hablo por
última vez. Quizá sean solamente diez».
«En atención a esos diez, respondió, no la destruiré».
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL (137, 1-3. 6-7a. 7c-8)
R. ¡Me escuchaste, Señor, cuando te invoqué!
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque has oído las palabras de mi boca,
te cantaré en presencia de los ángeles.
Me postraré ante tu santo Templo. R.
Daré gracias a tu Nombre por tu amor y tu fidelidad,
porque tu promesa ha superado tu renombre.
Me respondiste cada vez que te invoqué
y aumentaste la fuerza de mi alma. R.
El Señor está en las alturas,
pero se fija en el humilde
y reconoce al orgulloso desde lejos.
Si camino entre peligros, me conservas la vida. R.
Tu derecha me salva.
El Señor lo hará todo por mí.
Tu amor es eterno, Señor,
¡no abandones la obra de tus manos! R.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de
Colosas ( 2, 12-14)
Hermanos:
En el bautismo, ustedes fueron sepultados con Cristo, y con Él resucitaron,
por la fe en el poder de Dios que lo resucitó de entre los muertos.
Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y de la incircuncisión de su
carne, pero Cristo los hizo revivir con El, perdonando todas nuestras
faltas. Él canceló el acta de condenación que nos era contraria, con todas
sus cláusulas, y la hizo desaparecer clavándola en la cruz.
Palabra de Dios.
ALELUIA (Rm 8, 15bc)
Aleluia.
Han recibido el espíritu de hijos adoptivos,
que nos hace llamar a Dios «¡Abbá!», es decir, Padre.
Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas ( 11, 1-13)
Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus
discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus
discípulos».
Él les dijo entonces: «Cuando oren, digan:
Padre, santificado sea tu Nombre,
que venga tu Reino,
danos cada día nuestro pan cotidiano;
perdona nuestros pecados,
porque también nosotros perdonamos
a aquéllos que nos ofenden;
y no nos dejes caer en la tentación».
Jesús agregó: «Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a
él a medianoche, para decirle: "Amigo, préstame tres panes, porque uno de
mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle", y desde adentro él
le responde: "No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y
yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos".
Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo,
se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario.
También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y
se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al
que llama, se le abrirá.
¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una serpiente cuando le pide
un pescado? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más
el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquéllos que se lo pidan!»
Palabra del Señor.
Con el Catecismo de la Iglesia Católica entender y vivir la Palabra
IV. SUGERENCIAS PARA ASIMILAR Y APLICAR LA
PALABRA
B. Contenidos del Catecismo de la Iglesia
Católica
II. LA FE DE
LA IGLESIA
«Jesús es el Maestro de nuestra oración»(2765)...
«Pero Jesús no nos deja una fórmula para
repetirla de modo mimético. Como en toda oración vocal, el Espíritu Santo, a
través de la Palabra de Dios, enseña a los hijos de Dios a hablar con su
Padre» (2766).
«La oración dominical es la oración por excelencia de
la Iglesia» (2776).
«La confianza sencilla y fiel, y la seguridad humilde y
alegre son las disposiciones propias del que reza el Padre Nuestro» (2797).
III. TESTIMONIO CRISTIANO
«La oración dominical es, en verdad, el resumen de
todo el Evangelio... Por tanto, cada uno puede dirigir al cielo diversas
oraciones según sus necesidades, pero comenzando siempre por la oración del
Señor, que sigue siendo la oración fundamental» (Tertuliano) (2761).
«Recorred todas las oraciones que hay en las
Escrituras, y no creo que podais encontrar algo que no esté incluido en la
oración dominical» (S. Agustín) (2762).
IV. SUGERENCIAS PARA EL ESTUDIO DE LA HOMILÍA
A. Apunte bíblico-litúrgico
La confiada insistencia de
Abrahán cuando intercedía por las ciudades condenadas de Sodoma y Gomorra
halló eco en la paciente condescendencia en Dios.
La
catequesis de Jesús sobre la oración tiene dos partes. En la primera enseña
la plegaria modélica, el «Padre nuestro»; en la segunda se exponen
las condiciones de la oración cristiana: constancia y confianza
en la buena disposición de Dios Padre hacia su Hijo.
La
segunda lectura expone como el misterio Pascual de Cristo se actualiza en el
Bautismo y su poder regenerador se aprovecha mediante la fe.
B. Contenidos
del Catecismo de la Iglesia Católica
La fe:
El «padrenuestro», resumen de todo el Evangelio:
2759-2776.
La respuesta:
Comentario a cada una de las peticiones: 2777-2865.
C. Otras sugerencias
La oración es parte
integrante de la vida cristiana, pero ¿Sabemos orar? Jesús enseña a los
discípulos a hablar con Dios en espíritu y verdad: el Padre Nuestro, y les
exhorta a las actitudes del que ora en verdad.
Revisad
la frecuencia en el
rezo del Padrenuestro. ¿Se está perdiendo su uso? Revisad la calidad en el
rezo del Padrenuestro ¿Es una rutina? Revisad, sobre todo, las disposiciones
interiores en el rezo del Padre nuestro.
Glosar algunas de las peticiones del Padrenuestro, según los destinatarios.