Dichos de los Sabios de Israel: Índice y Presentación
Autor: Prof.
E. JIMENEZ
HERNANDEZ
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1. DIOS SE COMPLACE EN QUIEN SE OCUPA DE LA TORA
1. Frutos del estudio de la Torá
4. La Šekinah se hace presente
5. La Torá vale más que el oro y la plata
6. Dar todos los bienes por la Torá
7. Nada hay sin importancia en la Torá
8. La humildad abre el corazón a la Torá
1. Dios da la Torá a los hombres
2. Dios abre el oído para acoger la Torá
7. Bajo el manzano te desperté
9. Allí donde te dio a luz tu madre
1. Si vienes a mi casa Yo iré a la tuya
2. Donde dos o tres se reúnen a escrutar
4. Escruta la Torá desde la niñez
5. Pero toda edad es buena para escrutar la Torá
6. El mundo se sostiene sobre la Torá
9. Nunca se acaba de escrutar la Torá
10. La Torá, don de Dios a los hombres
7. La Torá es la Torá del Santo
8. La Torá en el Arca de la Alianza
1. Enseñar la Torá a alguien es darle la vida
3. El temor de Dios es el principio de la sabiduría
4. Estudia la Torá y ponla en práctica
5. Con la sabiduría se recibe todo
6. El sabio necesita del silencio
8. Un panal que destila son tus labios
1. Absorbe las palabras de los sabios
2. Diferencias entre el hombre y la mujer
2. Al que se humilla, Dios lo ensalza
3. Moisés recibe la Torá con temor y temblor
4. ¿Por qué rompe Moisés las Tablas de la Ley
2. Aunque el ídolo no sea nada
3. Mejor morir que la idolatría
1. Honrar a los padres es honrar al Creador
2. ¿Cómo es el honor debido a los padres?
3. El Santo premia a quien honra a los padres
11. EL CULTO SOSTIENE EL MUNDO
1. Dios derrama bendiciones sobre los que le dan culto
2. Al cesar el culto se cierra el cielo
3. Los sacerdotes devuelven las llaves del Templo
4. Si haces la voluntad de Dios, El hace la tuya
12. EL SÁBADO, DELICIA DEL HOMBRE
1. El sábado, delicia del hombre
3. El sábado es el día más preciado
4. El sábado canta la gloria del Creador
6. El sábado sabe de eternidad
7. El sábado, bendición para el hombre
9. El sábado, consuelo del hombre
12. Hasta los animales descansan el sábado
13. UNIÓN DE LA COMUNIDAD CON EL SÁBADO
1. El sábado corona la creación
2. Israel casado con el sábado
7. El sábado es para el hombre
2. Ofrenda del Santuario celeste
6. Israel: hija, hermana y madre del Señor
8. La asamblea de Israel es un nogal
9. Canto del desierto y la tierra entera
10. Dios habla en el Santuario
II. LAS OBRAS, FRUTO DE LA PALABRA Y EL CULTO
1. Misericordia quiero y no sacrificios
2. Misericordia del Santo con Adán
3. Obras de misericordia de Daniel
4. Honor de la boda y del funeral
7. La misericordia proporciona abogados defensores
2. Conviértete un día antes de la muerte
3. Ponme en peligro y me convertiré a Ti
5. Abre un resquicio a la conversión
7. El Señor levanta a los caídos
8. Cumple su voluntad y El cumplirá la tuya
9. La conversión sólo en esta vida
2. Cuatro puertas para llegar a la muerte
1. La humildad se calza con el temor de Dios
2. La humildad engendra felicidad
3. La falta de humildad lleva a la violencia
4. La humildad da paz al corazón
5. La falta de humildad crea inquietud
3. La Paciencia gana Prosélitos
1. La paz es fruto de la humildad
2. Los amantes de la paz son amados
3. Quien ama la paz muere en paz
5. La paz armoniza fuego y granizo
6. La paz, primogénita de la creación
1. La paz y el amor van juntos
2. La cólera lleva a la perdición
3. La vida de un hombre vale la creación entera
2. La calumnia de Aarón y Miriam
3. La calumnia acarrea la lepra
4. La reconciliación cura la lepra
5. La lepra ataca a los presuntuosos
6. Dios defiende a los calumniados
1. Manzana de oro es la palabra oportuna
2. Al insolente le vence un mosquito
4. El insulto ofende al Creador
1. No apagues la lámpara que no puedes encender
2. ¡Qué hermosa eres y qué encantadora!
4. La limosna libra de la muerte
1. La avaricia priva de la resurrección
2. El que cava una fosa, cae en ella
4. ¿Quién es verdaderamente rico?
6. El robo no conduce a la riqueza
2. Que los pobres hablen bien de ti...
4. Dios escucha el grito de los perseguidos
2. La humildad vence la tentación
2. Alianza de Job con sus ojos
3. La inclinación al mal nace con el hombre
4. La inclinación al bien, don de Dios
2. Huye de la ocasión de pecar
3. El mal conduce con engaño a la muerte
7. Cuidados divinos para librar al hombre del pecado
8. Cercas que defienden del pecado
3. David sufrió con Absalón y Afonías
4. El Santo, en su amor, castiga a Israel
6. Muchas son las pruebas del justo
7. El necio no entiende la corrección
35. LA GRACIA SUPERA EL CASTIGO
2. El Señor está en la tribulación
3. El Señor vive el sufrimiento de Israel
EPILOGO: DICHOS SOBRE LOS SABIOS
Leemos en la Misnah: “Sea tu casa lugar de reunión para los sabios, déjate cubrir con el polvo de sus pies y bebe sus palabras con avidez”.
Durante años he
abierto las puertas de mi casa a los sabios talmúdico-midrásicos, que
han ido dejándome un tesoro de dichos y relatos, que tienen una validez
perenne y pienso que pueden enriquecer a otros.
Por ello, desempolvando cuadernos de notas, he querido dar a la luz
estos Dichos de los sabios de Israel. Se trata de hechos y dichos
de la Escritura, Targum, Halakah, Haggadoh, diálogos y parábolas. Es lo
que en hebreo se llaman mešalim o proverbios, que no tienen otra
finalidad que ilustrar la Escritura.
Estos mešalim se hallan dispersos por toda la literatura
talmúdica-midrásica. Aquí lo único que hago es seleccionar algunos de
los innumerables dichos y organizarlos en torno a un tema común. No sigo
ningún orden histórico. En realidad pueden aparecer dialogando sobre un
mismo tema sabios de épocas diferentes. Esto responde al estilo de los
mešalim, que con frecuencia se introducen con la frase: “Rabbí A.
dijo en nombre de Rabbí B., que lo escuchó a Rabbí C”. De este modo el
dicho supera las distancias de tiempo y lugar, haciéndonos
contemporáneos de los sabios.[1]
El estilo vivo de los mešalim nos ayuda a entrar en contacto
directo con Dios más que un tratado árido y científico. Con frecuencia,
al hablar de Dios con un lenguaje muerto, en lugar de revelar a Dios, se
le silencia, se le vela. Pero Dios, en su deseo de acercarse al hombre,
ha entrado en la historia del hombre. La Encarnación del Hijo de Dios es
la culminación de la historia de amor de Dios a los hombres. Es una
historia que busca, pues, ser contada más que estudiada.
Los dichos se
nutren de episodios de la Escritura, del Talmud y del Midrás,
enriquecidos con ampliaciones dramáticas y, a veces, pintorescas. Los
hechos, a veces, parece que se han inventado para explicar un texto
oscuro de la Escritura y, otras veces, es un texto de la Escritura el
que esclarece un hecho aparentemente inexplicable. Como dice Rabbí
Ismael: “La Torá se explica por la Torá”.
Esta forma de interpretar la Escritura, con sus símbolos y sus
anacronismos, nos hace cercanos los personajes y textos bíblicos. Y
acercar el pasado al presente no es traicionar los textos, sino dales
vida. Esta finalidad justifica las hipérboles y las narraciones ingenuas
o inverosímiles. De este modo, estos dichos “iluminan los ojos, dan
alegría al corazón y hacen comprender el sentido de la Torá”.[2]
La ingenua vivacidad de las narraciones o dichos lleva en su seno la
profundidad de intuiciones teológicas y espirituales.
Como dice Bloch,
“la parte amplificada, siendo real, resulta secundaria y queda siempre
subordinada a su finalidad: dar realce a la obra de Dios, a la Palabra
de Dios”. Pues se trata siempre de la historia de las maravillas de
Dios. Historia que, a veces, es profecía, anticipo y promesa de los
tiempos futuros y, sobre todo, del cumplimiento escatológico de la
historia salvífica.
Estos dichos han nacido de la escucha atenta de la Palabra de Dios,
escucha llena de amor y sabiduría espiritual, de quien “vuelve hacia El
su mirada para ser iluminado” (Sal 34,6). De este modo, los secretos de
la Escritura se le revelan, convirtiéndosele en una fuente perenne, como
un río siempre en crecida. El objetivo principal de estos mešalim,
“dulzura de la Escritura” (Qohelet Rabbá) es fortalecer el ánimo y
provocar el impulso íntimo que “atrae el corazón del hombre como el
maná”[3]
y lo embriaga como el vino: “Has bebido la sangre de la uva, el vino (Dt
32,14): son las haggadot que atraen el corazón del hombre como el
vino”.[4]
Creyendo y sabiendo que la Palabra de Dios “no tiene límite”, los sabios
no temen nunca exagerar en ver armonías y riquezas de significados. La
mayor exageración, con la que pueden interpretar o comentar la Palabra,
será siempre infinitamente inferior a la realidad de la Palabra misma.
Por ello, según las reglas del derahs, buscan percibir, más allá
de la letra, las misteriosas resonancias de cada palabra que ha salido
de la boca de Dios: “Misterios santos, puros y tremendos manan de cada
versículo, de cada palabra, de cada letra, de cada punto, de cada
acento, de cada nombre, de cada frase, de cada alusión”.[5]
La Escritura es la esposa de Israel porque, mediante la Torá, Dios
realiza la profecía de Oseas: “Yo te desposaré conmigo para siempre”. La
búsqueda (derash o midrásh) de los más variados significados de
la Escritura es la expresión del deseo de comunión íntima con Dios. Su
modo de hablar es el de un amante apasionado. El entusiasmo y la
admiración llenan estos dichos. Sólo quien los escucha con la misma
experiencia amorosa y con el mismo deseo puede percibir su fuerza y
belleza.
* * *
Simón el justo,
uno de los últimos miembros de la Gran Asamblea, solía decir: Sobre tres
cosas, como un trípode, se sostiene el mundo: La Torá, el Culto y las
Obras de misericordia.
En tres partes,
pues, dividiré esta recopilación de dichos de los sabios de Israel: La
Palabra, La Liturgia y Las Obras, fruto de la Palabra y de la Liturgia.
[1] Los mešalim forman la cadena de la tradición: “Moisés recibió la Torá en el Sinaí y la entregó a Josué; Josué la entregó a los ancianos, los ancianos a los profetas y los profetas a los sabios de la Gran Sinagoga” (Pirque Abot I,1). De este modo se puede decir que “Todos los sabios que han surgido en las distintas generaciones han recibido en el Sinaí lo que han dicho” (Exodo Rabba, XXVIII, 4).
[2] Génesis-ha-Gadol,
Prefacio.